Quiénes somos
MÁS DE 50 AÑOS A TU LADO
Nuestra compañía, presente en el mercado desde hace más de 50 años, ha evolucionado con el paso del tiempo para adaptarse a las necesidades de los consumidores actuales, a los que les ofrecemos productos de calidad pensados para todos los gustos sin perder los sabores y la tradición atesorada.
De este modo, aunque en nuestros orígenes comenzamos fabricando alimentos cárnicos, durante esta singladura hemos afianzado nuestra imagen de marca gracias al fuerte crecimiento de las salsas tradicionales y de los platos preparados, dos de nuestras líneas principales de negocio. Así, además de esta gama de productos, actualmente contamos también con las salchichas cocidas y frescas, los diferentes toppings para pizzas; así como los embutidos tradicionales.
Todo ello ha sido posible gracias al incremento de la tecnología industrial, que nos ha permitido formar a nuestros trabajadores en nuevas líneas comerciales, racionalizar los procesos y las líneas de producción, modernizar nuestras instalaciones a través de la tecnología más moderna, mejorar nuestra competitividad y posicionarnos a la vanguardia con otras empresas del sector.
Además, estas nuevas tecnologías han sido claves para potenciar la internacionalización de Montealbor. Actualmente, estamos presentes en países como Estados Unidos, China, Canadá, Rusia y Alemania gracias a The Tapas Sauce’s, nuestra marca dedicada a la exportación.
UNA EVOLUCIÓN CONSTANTE
Montealbor nace en 1965 gracias a la ilusión y el esfuerzo de Severino López, un asturiano de la pequeña localidad de Siñeriz que un día llego a la ciudad de Sevilla para levantar una fábrica de embutidos. El fundador, con una gran capacidad de trabajo y tesón, consiguió iniciar la andadura de esta compañía y fortalecer sus bases hasta la incorporación de la segunda generación, que ha sido el artífice de la evolución y adaptación de la compañía a los nuevos tiempos.
En los últimos años, hemos duplicado la facturación y el número de empleados, teniendo más de 40 trabajadores directos en la actualidad. No obstante, a pesar de este gran crecimiento, seguimos manteniendo nuestra filosofía de un crecimiento “lento y sostenido”.
En 2015, nos adentramos en el camino de la internacionalización con nuestra familia de salsas, ya que dada su caducidad más larga y la ausencia de trabas aduaneras, era más factible conseguir unos buenos resultados. Un año después, logramos entrar en la empresa estadounidense Kroger, el tercer distribuidor mundial de alimentos.
En 2018, ampliamos nuestras instalaciones en el Polígono Polysol de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). El desarrollo de este proyecto ha supuesto un importante crecimiento en la capacidad de producción, ya que la planta antigua operaba al 100% de su capacidad y con las nuevas instalaciones se ha superado el volumen de producción.
COMPROMISO MEDIOAMBIENTAL
En cuanto a sostenibilidad, en Montealbor tenemos una apuesta firme por el cuidado medioambiental. Para ello elegimos productos de cercanía que no contribuyan al aumento de la huella ecológica, llevamos a cabo una actividad industrial respetuosa con el entorno y hemos incorporado las últimas tecnologías en nuestras instalaciones.
Con la ampliación de nuestras instalaciones, además de racionalizar los diferentes procesos de producción y optimizar los recursos, hemos impulsado del uso de energías renovables. En esta línea, hemos incorporado dos plantas fotovoltaicas que producen 300MV al año para el autoconsumo y que, junto a la de gas licuado, permiten una reducción en la emisión de CO2 de 230 toneladas menos y optimiza los recursos de forma más adecuada.
GARANTÍA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA
Asimismo, una de nuestras premisas principales en Montealbor es alcanzar los máximos estándares de calidad, para lo que hemos implantado un sistema de seguridad alimentaria certificado bajo la norma IFS Food. Esta normativa permite garantizar la calidad e inocuidad alimentaria de nuestros procesos en un entorno caracterizado por cambios constantes, al tiempo que se ofrece un producto adecuado a las exigencias y expectativas de los consumidores.
En definitiva, Montealbor es un claro ejemplo de superación, un reflejo de una evolución continua y de una rápida capacidad adaptativa y de respuesta ante las nuevas exigencias del mercado alimenticio.