Una de las preguntas más frecuentes que se hacen cuando se acerca el almuerzo o la cena es “¿Qué comemos hoy?”. Y es que si nos ponemos en situación, muchas veces nos asaltan las dudas o la falta de ideas a la hora de tener que preparar el menú del día. Es habitual llegar a casa cansado del trabajo y no tener ganas de entrar en la cocina. O bien que se tenga tanta hambre que uno acaba por pillar lo primero que tenga a mano para comer.
Tener organizado un menú semanal puede ser una buena estrategia para evitar estos quebraderos de cabeza. Saber qué se va a comer cada día de antemano nos permite mantener una alimentación más variada, ahorrar tiempo para pensar qué receta toca preparar, y de paso también algo de dinero. Planificarlo no es tarea complicada, es incluso más sencillo de lo que parece, solo requiere de un poco de tiempo y ganas para adaptarse a una nueva rutina.
En Montealbor vamos a enseñarte cómo puedes planificar un menú para toda una semana. A continuación te desvelamos algunos trucos y consejos con los que podrás organizar un menú que se adapte a tu estilo de vida, con platos a tu gusto, y que garantice seguir una dieta equilibrada y saludable. ¡Apunta!
Planifica el menú a tu gusto
Encuentra el mejor momento a lo largo de la semana para sentarte tranquilamente y planificar tu menú. No es algo que te vaya a quitar mucho tiempo, tan solo unos diez o quince minutos. El fin de semana es perfecto para hacerlo, ya que puedes contar con tiempo libre y hacer después la compra para el resto de la semana. También puedes contar con el resto de tu familia para diseñar el menú. Así todos participarán e incluirán sus platos favoritos.
Sigue las recomendaciones nutricionales
Adapta el menú para seguir las pautas recomendadas para lograr una dieta equilibrada. Según el informe ‘Consejos para una Alimentación Saludable’ publicado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, cada semana se deben tomar varias raciones de legumbres, pescado, carne blanca, roja y embutidos, así como tres o cuatro huevos por semana y productos lácteos a diario. Distribuye todas las raciones recomendadas a lo largo de los días de la semana para que tu cuerpo asimile bien los nutrientes que necesita para tener una salud de hierro.
Diseña una plantilla
Crear una plantilla para organizar un menú semanal es más fácil de lo que crees. Coge papel y bolígrafo, o bien en tu ordenador, y haz una tabla donde apuntes los días de la semana en un lado y las comidas por otro. En cada hueco, apunta la receta que vayas a preparar. Trata de no repetir el mismo tipo de alimento a diario y, si quieres, añade también los postres y guarniciones. Deja algunos huecos sin rellenar por si quieres comer fuera de casa.
• Ten el menú semanal siempre a la vista
Procura tener siempre el menú semanal a la vista, anotado en una agenda o en tu teléfono móvil, pinchado en un tablón de corcho o pegado con imanes al frigorífico. De esta forma, podrás consultarlo, cambiar y anotar cosas cuando quieras.
Compra solo lo que te hace falta
Una vez planificado el menú de la semana es el turno de hacer la lista de la compra. Antes de redactarla, revisa qué alimentos tienes en la despensa o en la nevera, y cuáles te hacen falta comprar para las recetas que tienes pensado preparar. De esta forma, aprovecharás los productos que tengas en casa y ahorrarás más dinero.
Cambia el menú cada cierto tiempo
El menú semanal no tiene por qué ser algo fijo e invariable. Si durante los meses de invierno apetecen platos calientes y de cuchara, en verano lo habitual es tomar comidas frías y refrescantes. Haz cambios a tu gusto teniendo en cuenta los alimentos de temporada que puedes encontrar en el supermercado. Y atrévete de vez en cuando a incorporar recetas diferentes y experimentar con nuevos sabores.
Practica el ‘batchcooking’
El ‘batchcooking’ es una técnica de organización culinaria que consiste en elaborar las comidas de toda la semana en un solo día. Para luego, guardar en frío cada plato y tenerlos listos para comer en cualquier momento. Puedes ponerla en práctica eligiendo un día de la semana para preparar todos los platos del menú semanal, o los de varios días, y ahorrarte el tener que cocinar con prisas o falta de tiempo.
No desperdicies alimentos
Si a la hora de preparar los platos del menú te ha sobrado algún ingrediente, ni se te ocurra tirarlo a la basura. Utiliza recipientes herméticos para guardarlo para utilizarlo otro día en la misma receta, o en otra en la que también se utilice, más adelante.