Con la apremiante situación que vivimos tanto a nivel medioambiental como económico, el desperdicio de comida es una cuestión que está cada vez más presente en nuestras mentes. Cada vez más personas están concienciadas de esto e intentan reducir el desperdicio de alimentos, pero a veces no siempre se consigue. En este post, te traemos una serie de consejos para reducir el desperdicio de alimentos que te resultarán fáciles de incorporar a tu día a día.
Aproximadamente, casi un tercio de los alimentos que se producen para el consumo humano terminan en la basura. Esto se refleja una cifra de casi 1,3 mil millones de toneladas de comida que se desperdician cada año. Y este desperdicio no solo afecta a millones de personas que sufren desnutrición en el mundo, sino que también contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero.
Una vez tenemos esto claro, pasemos a los trucos que, si todos cumpliésemos, podrían marcar una gran diferencia en el mundo:
Planificar el menú
Con un poco de empeño, dedicar un poco de tiempo en el fin de semana a planificar el menú de la semana siguiente nos ahorrará mucho tiempo cada día de hacernos la temida pregunta “¿qué preparo de comer hoy?” y también nos ayudará a desperdiciar muchos menos alimentos, en buena parte por el siguiente punto.
Hacer una lista de la compra con los productos necesarios
Tener un menú planificado influye directamente en nuestra lista de la compra. Y es que ya vamos a comprar de forma mucho más directa y eficiente, comprando lo que necesitamos porque sabemos lo que vamos a preparar. Esto evitará hacer un acopio innecesario de productos que seguramente no consumamos para los “por si…”.
Almacena adecuadamente los alimentos
De nada sirve comprar de forma eficiente si no aplicamos este mismo mantra a la conservación de los productos que adquirimos. Los alimentos y salsas en conserva son buenos ejemplos de alimentos duraderos. Mantenerlos en un lugar fresco, seco y alejado de fuentes de calor y de la luz directa del sol suele ser un método infalible para cualquier alimento que no requiera estar en el frigorífico. De igual modo, aquellos productos que se puedan congelar serán una buena opción a tener en cuenta para no desperdiciar.
Calcular bien las cantidades a la hora de cocinar
Gran parte del desperdicio de alimentos que se produce se debe a que se tiran sobras de los platos. Será un buen punto dejar de medir “a ojo” y tener calculadas las cantidades para evitar que nos sobre comida en el plato.
No tires, aprovecha
En línea con el consejo anterior, si se da la ocasión de que sobren alimentos, lo mejor siempre es o bien conservarlos para más tarde (por ejemplo, que las sobras de un almuerzo nos sirvan para la cena), o utilizarlos para otra receta. Muchas sobras pueden dar juego como guarniciones.
Como ves, no es difícil contribuir a la reducción del desperdicio de alimentos. Lo único que es necesario es un poco de voluntad, disciplina al principio y estos cambios se convertirán en parte de nuestra rutina. A la larga, conseguiremos ahorrar tiempo, dinero, y ayudaremos a reducir nuestro impacto medioambiental.